La España de Don Quijote

Don Quijote de la Mancha es quizá la novela española mas leída del mundo. Se ha traducido prácticamente a todos los idiomas del mundo. La novela quijotesca de Cervantes rompió moldes con las leyendas romances medievales, como las obras procedentes de la tradición del Rey Arturo, o las epopeyas del Cid Campeador y del Conde Lucanor según las épocas literarias españolas. En mi opinión era una época muy dorada para España, pero también muy negra para la sociedad, pues la justicia caía en las manos del poder inquisitorial. Muchos libros fueron prohibidos por la Inquisición española de la época.

Alonso Quijano en sus tiempos era tan fanático de lo que leía que le hizo enloquecer, pues jamás la imaginación hacia perder el juicio a las personas como escribe Cervantes en el Quijote. El libro del Quijote fue escrito en una época difícil y convulsa, en la que la Iglesia formaba parte jurídica y política del estado.

En esa época no se aceptaba a los intelectuales y se les acusaba de herejes. Practicaban la alquimia, que era, en realidad, la práctica científica de la época. La magia, la práctica de la adivinación, era rechazada por el estado eclesiástico. Hoy en día alucinamos con la ciencia ficción cinematográfica, igual que Don Quijote se encandilaba con sus aventuras de caballeros, que para él era todo un mundo, de romances y caballeros que luchaban para ganarse su honor y quedarse con las doncellas más hermosas del reino. 

Cervantes creó a Don Quijote como un hombre soñador, intelectual, enfermizo y un romántico. Cervantes escribirá, al final de su novela, la vuelta al mundo real de aquel hombre divertido, de nombre Don Quijote, que dejó de serlo, antes de morir, para llamarse de nuevo Don Alonso Quijano.