El mágico mundo de los Celtas







La civilización Celta transcurre en los comienzos de la Edad del Hierro. Los romanos le llamaban bárbaros por su forma de vestirse.  

 Según algunos historiadores antiguos, estos pobladores mantuvieron contactos comerciales con otros pueblos del mediterráneo, atlánticos y cantábricos. Esta civilización abriría una importante vía de intercambios comerciales que marcaría el futuro de esta civilización milenaria.

 Eran expertos en el arte de la metalurgia, que predominó en la Europa prerromana.
  
Tenían por religión la Naturaleza, y creían en duendes y en hadas. Para los celtas los robles eran templos religiosos. Poseían encantamientos para protegerse del mal al que estaban sometidos.

 Los celtas hablaban en distintas lenguas: galaico, irlandés, britano, belga… 

Algunos historiadores romanos ven a los celtas como auténticos salvajes y crueles, pues las relaciones con Roma eran escasas hasta la llegada al poder de Octavio Augusto.  El imperio romano alcanzó entonces su mayor expansión, estableció la paz y un orden en el que nuevas provincias conquistadas reconocerían la soberanía romana.

 Los derechos humanos en los pueblos celtas estaban mucho más elevados que en otras partes del mundo clásico. Las mujeres gozaban de gran posición social podía acceder a la herencia y poseer propiedades y grandes cargos, y podían manejar un ejercito.  Algo no tan visto en la sociedad romana, para la cual los celtas son un ejemplo que toda sociedad humana debe tomar para un futuro próximo.      



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