EL FASCINANTE ORIGEN DEL REY ARTURO (II)

Hay evidencia de la existencia de Arturo en Britania, lo que le señala como un caudillo celta que logró relacionarse con el Imperio Romano de Oriente.  Por tanto Arturo pudo ser un personaje que existió en el siglo VI y que logró beneficiarse de la vocación guerrera propia de la cultura céltica como figura en la literatura romana.

En Gran Bretaña a Arturo lo definen como un personaje tardo romano que pudo ser inglés, rompiendo así el tipo tradicional de un personaje romántico medieval tal como suele imaginarse.    

El perfil de Arturo es más bien nórdico, de una masa corporal ancha.  Y su estatura pudo haber sido cercana a los dos metros, con brazos anchos y fuertes.  Vestiría con una cota de malla, pantalón de cuero, capa roja y botas de piel de visón.  Su pelo era largo, rubio, desgreñado, con barba larga y llevaba una cicatriz que identificaba a los guerreros de la Bretaña del siglo VI.   

  

La victoria de Arturo sobre los sajones entre los siglos V y VI pudo estar unida a un conjunto clanes celtas del norte de Britania, que alcanzaron un gran nivel de disciplina en el manejo de las armas.  Estos serian los britanos, veteranos soldados de la novena legión romana que en un tiempo cedieron sus beneficios al Imperio Romano.  

  

Arturo instituyó un grupo de doce grandes guerreros que organizaron un ejército muy bien ordenado y cuidadoso, heredando las técnicas de sus antepasados.  Arturo lideró esta memorable gesta britana que restituyo el orden en el pais.       

Existe una teoría que sitúa el nacimiento de Arturo en la ciudadela de Tintagel, que en el siglo IV fue un puerto comercial y alcanzó su gran esplendor en época romana.  En ella podemos encontrar restos arqueológicos de escritura latina que pueden mostrar la evidencia del nacimiento en esa tierra de Arturo.