EN BUSCA DEL VERDADERO CAMELOT



Comenzando nuestra introducción a los lugares más emblemáticos del mito o realidad del rey Arturo, abordaremos la cuestión de los emplazamientos relacionados con la historia de este personaje y de todo lo que rodea su leyenda.

Damos un repaso a un interesante episodio anterior a la época medieval.                 

Hay hechos que intrigan a los lectores interesados por la historia de la Mesa Redonda. Lugares como Caerleon donde aún suenan los cantares que glorifican las gestas del rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda.          



El comienzo de toda la mitología artúrica podría tener mucho que ver con la presencia romana en Britania. La muralla de Adriano, fue construida desde el año 122  hasta el 132 d. c. Su edificación coincide con el final de la política de expansión en el Imperio Romano.

Adriano edificó la muralla para protegerse de los pueblos sometidos del norte de Britania. La muralla estableció una red de fortificaciones que servían como viviendas para el ejército romano.  La muralla fue defendida por un numeroso destacamento militar proveniente de Hispania y de diferentes lugares del Imperio.       

La muralla llegó a su máximo esplendor en los siglos II al IV.  La falta del pago de sus salarios provocó que los legionarios, que habían servido  durante mucho tempo al Imperio, desocupasen la muralla, cuyos fragmentos de piedra fueron reutilizados por los aldeanos para la construcción de granjas e iglesias. 



Caerleon fue una de las metrópolis más importantes de Britania. Se sitúa geográficamente junto al  rio Usk. Fue la capital  administrativa y política del Imperio. Situada al sur de Gales, es una ciudad  que, en su tiempo, fue habitada por familias procedentes de  varios lugares de la frontera, que se adaptaron a las modas y costumbres romanas y a los que Roma reconoció su ciudadanía.



Muchos lugares han sido motivo de especulaciones que relacionan el Muro de Adriano con la mítica ciudad de Camelot. Se han hallado fortificaciones muy anteriores a la conocida Muralla que nos remiten a un viaje hacia la antigua Bretaña.  

Hemos querido exponer aquí cómo una fortificación romana se transforma en una edificación de la Alta Edad Media y de qué manera el mito pervive desde entonces.







             


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